El ISP nuevamente retiró lotes de anticonceptivos por posibles fallas, situación que se repitió en 2020, 2021 y 2023. Cabe destacar, además, que la mayoría de las usuarias se lleva la carga económica de la compra de este tipo de remedios.
El Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) anunció mediante un comunicado el retiro voluntario de lotes del anticonceptivo Zinnia P de Mylan Laboratories Limited. Los números de serie comprometidos se pueden encontrar en la alerta del ISP. En su formato de comprimidos recubiertos, presentados en estuches con tres blíster (28 comprimidos c/u).
Esta situación no es aislada, en 2020, la pastilla anticonceptiva Anulette CD falló masivamente en Chile, causando embarazos no deseados en más de 200 mujeres. Lo mismo se repitió en 2021, donde se informó que decenas de mujeres quedaron embarazadas tras tomar anticonceptivos orales defectuosos que fueron distribuidos por el sistema de salud pública. Y en 2023, cuando se retiraron del mercado algunos lotes del fármaco Marilow.
“Esta es la octava alerta sanitaria que se decreta por la falla de un anticonceptivo en los últimos 5 años y la segunda que involucra la marca Zinnia P”, señala Sebastián Vergara, abogado de Corporación Miles. Además, añade que en los casos anteriores, el de Anulette CD, se suspendió su registro sanitario y se destruyeron los lotes defectuosos. Sin embargo, 5 días después de esa resolución, se ordenó distribuir los lotes que no fueron sujetos a alerta sanitaria y que no tuviesen fallas visibles.
“La gente antiderechos suele culpar a las mujeres porque tomamos mal los anticonceptivos o suelen decir ‘¿cómo te puedes embarazar hoy si hay tantas medidas?’, pero en este caso le estás agregando una falla de la cual no eres responsable tú. Es sumamente injusto”, dijo Andrea Gallardo, matrona de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir en el podcast La Informante, de La Neta, “El Derecho a Decidir”. “Estamos jugando con la vida de personas finalmente. De cómo puede cambiar completamente el proyecto de vida de una mujer y de toda su familia, de su pareja, de todo lo que tiene”, enfatiza.
Reparación por fallas de anticonceptivos
Vergara aclara que los casos de pastillas anticonceptivas defectuosas son responsabilidad tanto para los centros de distribución, como farmacias o establecimientos de salud, así como también para los laboratorios.
Por lo que para buscar algún tipo de reparación, hay que determinar el lugar donde lo adquirió la persona. Esto porque, de haberlos recibido desde un establecimiento público, se puede iniciar un proceso de mediación y posterior demanda contra el Estado de Chile. En cambio, si se hubiesen recibido desde una farmacia, se podrá iniciar, por ejemplo, un procedimiento por la Ley del Consumidor.
En el proceso de ambos casos, es indispensable contar con prueba que permita acreditar el consumo de los anticonceptivos defectuosos, por lo que es importante no deshacerse del blíster consumido y la forma de probar la entrega de estos por el establecimiento correspondiente. “Hay un proyecto de ley que pretende agilizar los procesos de reparación por los daños ocasionados por el consumo de un anticonceptivo defectuoso. Sin embargo, está estancado en la Comisión de Salud del Senado hace 440 días (Boletín 14094-11)”, acota el abogado.
“Es importante que, si una persona consume un anticonceptivo que sea sujeto de alerta sanitaria por el ISP, no sólo se asesore legalmente para las acciones indemnizatorias que pueda tomar, sino que también se contacte con su matrón/a o médico con el que controle su fertilidad para que le pueda brindar instrucciones que disminuyan su daño y riesgo a embarazos no planificados”, dice Vergara.
Para Eduardo Soto, matrón de Corporación Miles, en el mismo episodio de La Informante, el problema es que no hay una política de reparación. “Las mujeres que estaban haciendo uso de su derecho a evitar un embarazo no planeado, se ven violentadas porque consumieron un anticonceptivo que no funcionaba”, explica.
Añade que “no pueden acceder a la ley IVE porque no están por causales, pero tampoco hay un apoyo económico detrás: apoyo psicológico, gratuidad, las salas cunas, no hay nada de eso. Entonces te quedas con el embarazo y te haces cargo tú”.
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Costos de los anticonceptivos
La anticoncepción sigue siendo una preocupación y una responsabilidad asociada principalmente a las mujeres. Así lo revela el informe del SERNAC, llamado “Hábitos de consumo y caracterización del mercado de los anticonceptivos femeninos en Chile”.
Estos resultados señalan que el 62,5% de las personas encuestadas costean su método anticonceptivo de forma individual. Mientras que un 23% lo hace en conjunto con la pareja, 9,7% un familiar diferente a la pareja y sólo en un 4,3% de los casos, la pareja lo costea.
“Chile es el tercer país de la OCDE con el mayor gasto de bolsillo en medicamentos (…) Hay un desconocimiento sobre cómo acceder al consultorio. Entonces se compra el anticonceptivo y eso aumenta el gasto de bolsillo. Y las que logran llegar al CESFAM, se encuentran con las barreras de que no hay hora de matrona”, explica Eduardo Soto.
El costo económico de los métodos anticonceptivos puede ser una barrera para el acceso a opciones más modernas y efectivas, como los anticonceptivos hormonales, los dispositivos intrauterinos (DIU), y otros de larga duración, que pueden ser más costosos inicialmente.
Así, en los valores de los métodos anticonceptivos, se puede ver que la inyección y condón femenino serían los métodos más económicos ya que el rango de precios está entre los $1 y $30.000. En el caso de las pastillas anticonceptivas, el anillo vaginal y el parche transdérmico, los valores se encuentran principalmente entre los $10.001 y $30.000. Los métodos que tienen más variabilidad de precio son el implante subdérmico y DIU de cobre, siendo el DIU hormonal el más costoso, centrándose principalmente en el tramo $110.000 o más.
Barreras de acceso
Hay un 29,9% de las personas encuestadas que señaló que no usa ninguno de los métodos anticonceptivos antes mencionados. Si bien las razones son de diverso carácter, una de las barreras para usar y elegir un método anticonceptivo está dada por el nivel de conocimiento e información sobre estas.
“El derecho a la anticoncepción es una política muy antigua, tiene más de 60 años. Y, de hecho, hay una ley que establece el derecho de todas las personas a acceder a orientación e información y a métodos anticonceptivos (Lee aquí)”, dijo Soto. No obstante eso, agregó, en la práctica no se cumple y las mujeres y adolescentes desconocen este derecho y no acceden a él.
Las personas usuarias de anticonceptivos podrían acceder gratuitamente a la gama de la que disponen los CESFAM. “Tenemos la disponibilidad, tenemos una muy buena canasta anticonceptiva: son 13. Hay dos tipos de dispositivos, dos tipos de implantes, dos tipos de inyectables. Pero las mujeres no están llegando. Se estima que el 35%, el total, retira en los CESFAM. El otro 65% se las va a comprar o bien no usa anticonceptivo”, cuenta el matrón.