Distintos expertos y expertas se reunieron para debatir la situación actual del crimen organizado y la violencia en Chile y las alternativas progresistas para enfrentarlo.
Este lunes se realizó el seminario “Alternativas progresistas contra la violencia y el crimen organizado”, instancia propiciada por Fundación Chile 21 en conjunto con otras organizaciones.
En la bienvenida del encuentro participaron la ex presidenta Michelle Bachelet, el Subsecretario del Interior Manuel Monsalve y el Subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, quienes entregaron el panorama general de la violencia y el crimen organizado en Chile.
En su intervención, la expresidenta Michelle Bachelet señaló que la seguridad es un derecho humano y es un desafío para la izquierda el hacer frente a la violencia con un enfoque de derechos y de protección a la democracia.
En la misma línea, el Subsecretario Manuel Monsalve, dijo que el gobierno del presidente Gabriel Boric ha producido un cambio en la forma en que el progresismo enfrenta esta problemática. Esto, ya que el gobierno ha instalado una agenda legislativa para fortalecer al Estado en materia de seguridad.
-
Nuevas violencias en Chile y sus posibles respuestas
El primer panel del seminario contó con expertos y expertas que comentaron sobre la situación de la seguridad en Chile en comparación a otros países de latinoamérica.
Los panelistas estuvieron de acuerdo que si bien en Chile los índices de violencia y crimen organizado no son tan altos como otros países, hay una alta sensación de inseguridad y de urgencia ante estas problemáticas.
El Dr. Hugo Frühling señaló que ante esa percepción de urgencia, “la militarización es una respuesta rápida que aumenta la sensación de seguridad al tener a alguien con armas que me protege, pero tiene un impacto débil en la criminalidad”.
Así, la conversación sobre prevención de la violencia pierde terreno porque se exigen medidas más drásticas. En ese sentido, el Dr. Ignacio Cano planteó que desde el progresismo se debe avanzar en compatibilizar los cambios profundos que se requieren con políticas a corto plazo.
Por un lado, planteó que se debe reducir la impunidad de los crímenes más graves y mejorar la reinserción social, puesto que es en las cárceles donde se aumenta la criminalidad y se organiza el crimen.
Por otro lado, señaló que “hay que romper con la dialéctica de la mano dura, asociada a la derecha, y la mano blanda, asociada a la izquierda, porque eso te pone en contra de los sectores populares”. Para el investigador, lo que se requiere es un trabajo eficiente y eficaz, con instituciones y policías fortalecidas y con trabajo coordinado.
-
Llegar donde el Estado no llega
Para la Dra. Lucía Dammert ya existe el diagnóstico sobre cuáles son las problemáticas que propician la delincuencia. “La deserción escolar, el consumo problemático de alcohol y drogas, haber sido testigo o víctima de violencia, problemas de salud mental y el embarazo adolescente”, son los principales factores que influyen en la creación de carreras criminales y son problemas donde el Estado no está.
La investigadora propone que los gobiernos municipales pueden abocarse a esos espacios. “Los alcaldes tienen que fortalecer las capacidades preventivas porque el ciudadano está muerto de susto (…) La sensación de abandono es muy alta”, explicó.
En esa misma línea, el Dr. Marcelo Bergman indicó que “no hay que perder el control del territorio, no solo en el ámbito policial, sino también en la asistencia social”. Y esto incluyendo al sistema carcelario, ya que al no pensar en la reinserción “existe un crecimiento sostenido del delito”.