Aunque la menstruación es una experiencia privada, tiene un aspecto público. Por eso, revisamos qué iniciativas hay desde lo legislativo en torno a la gestión menstrual y problemas asociados a ello.
Menstruar es un proceso fisiológico que no es opcional para las personas. En Chile, cerca de un 30% de la población pasa por este proceso todos los meses, indica el Sernac. Sin embargo, el acceso a productos de higiene menstrual y aseo personal no está garantizado en nuestro país.
Según UNICEF, se entiende por menstruación al proceso natural y saludable que ocurre en las personas con útero, generalmente cada 21-35 días, como parte del ciclo reproductivo. Durante la menstruación, el cuerpo elimina la capa uterina que se había preparado para un posible embarazo, lo que resulta en el sangrado.
Del mismo modo, la UNICEF define la gestión menstrual como el uso de productos limpios para su manejo, agua potable para aseo tantas veces como sea necesario y tener acceso a instalaciones para desechar los materiales usados en este proceso. Todo lo anterior comprende los elementos básicos relacionados con el ciclo menstrual y cómo manejarlo con dignidad y sin molestias o miedo.
Aunque está catalogado como un proceso natural y saludable, para muchas personas que lo viven, esto no es tan así, pues la forma en que se lidia con ello influye en el acceso a derechos básicos como educación y trabajo.
Por ejemplo, hay niñas que no pueden comprar productos de gestión menstrual, por lo que no pueden ir al colegio o estar en clases sin sentir vergüenza. Hay mujeres con dolores tan intensos que les impide ir a trabajar. O personas en situación de calle que no tienen acceso a agua potable para asearse mientras menstrúan.
Al respecto, la UNICEF plantea que la menstruación es parte del fenómeno de reducción de oportunidades para niñas, adolescentes, mujeres y personas menstruantes. No solo por el gasto económico que implican los productos de gestión menstrual, sino también por el impacto en la salud, los tabúes y la desinformación al respecto. Por eso hay proyectos de ley que buscan subsanar estos problemas.
Gestión menstrual digna
En el Congreso hay dos proyectos de ley pendientes para mejorar la calidad de vida de las personas menstruantes. El primero, ingresado en septiembre de 2021, es el que promueve, resguarda y garantiza los derechos de las personas menstruantes. Este proyecto fue firmado de manera transversal por las diputadas Karol Cariola, Natalia Castillo, Daniella Cicardini, Maya Fernández, Marcela Hernando, Carolina Marzán, Claudia Mix, Erika Olivera, Maite Orsini y Marisela Santibáñez.
El proyecto propone que haya políticas públicas que permitan el derecho a una gestión menstrual digna y libre. Esto incluyendo medidas como que el Estado facilite el acceso a productos de calidad, fomente la educación sobre la menstruación, en pos de eliminar progresivamente ciertos tabúes y sesgos que aún persisten, y capacite a profesionales de la educación sobre gestión menstrual, entre otros temas.
Desde el 10 de mayo de 2022 que este proyecto está en segundo trámite constitucional en el Senado.
Permiso laboral por menstruación dolorosa
También está en carpeta la moción para modificar el Código del Trabajo para otorgar un permiso laboral por menstruación dolorosa. Este proyecto ingresó el 15 de mayo de 2023, y es de autoría de las parlamentarias María Francisca Bello, Ana María Bravo, Marta González, Claudia Mix, Carla Morales, Erika Olivera, Natalia Romero, Carolina Tello, y Consuelo Veloso.
El proyecto pretende entregar una licencia especial de 1 a 3 días por dismenorrea diagnosticada por un médico o matrona. La dismenorrea se define como “el dolor uterino en el momento de la menstruación. Puede aparecer con las menstruaciones o padecerlas de 1 a 3 días. El dolor tiende a ser más intenso 24 horas después del inicio de la menstruación y continúa por 2 o 3 días”, según el Manual de Merck.
En Chile, se estima que entre el 25 y 60% de las mujeres padecen dismenorrea, según Clínica Las Condes, y se estima que 600.000 a 900.000 sufren endometriosis, de acuerdo al Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Para acceder a esta licencia, bastará con acreditar una sola vez el malestar, sin necesidad de mostrar un certificado médico cada vez que se pida la licencia. De este modo, el único artículo del proyecto realiza dos modificaciones al actual artículo 66 BIS del Código del Trabajo. La primera modificación incorpora un nuevo inciso segundo, que consagra el permiso por menstruación dolorosa. Y la segunda modificación cambia el nuevo inciso tercero, para darle coherencia al nuevo texto.
El 17 de junio de 2024, se conoció el informe de la Comisión de la Mujer y corresponde que se discuta en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, donde no ha habido avances.