Editorial: Una Constitución para construir un espacio común

*Corporación Humanas – La Neta

Casi 4 años después desde que se iniciara el primer proceso constitucional, seguimos con la Constitución del 80 (reformada, es cierto, pero elaborada y plebiscitada sin registros electorales durante la dictadura cívico militar). La búsqueda de una salida institucional al malestar de la ciudadanía expresado a través del estallido social de 2019 no tuvo los resultados esperados. Dos procesos constituyentes arrojaron propuestas que solamente lograron representar a un porcentaje minoritario de la población.

El plebiscito reciente, a nuestro juicio, sólo expresó que el texto presentado no cumplió con las expectativas de la población. Ello no implica mayor legitimidad o acuerdo con la Constitución vigente, sino que la propuesta realizada una vez más no es capaz de construir un espacio común. 

Frente a ello es evidente que el “problema constitucional” sigue pendiente y que aún como sociedad no logramos habilitar un diálogo democrático que consiga construir aquel encuadre básico que organice a nuestra comunidad, posibilite la toma de decisiones y genere las condiciones para continuar resolviendo democráticamente aquellas materias en las que los acuerdos aún no han sido alcanzados.

Las alternativas de solución a este problema pendiente solo serán completas y suficientes cuando consideren los mínimos necesarios para garantizar los derechos de las mujeres y las niñas que habitan nuestro país.