En medio de la discusión por la baja tasa de natalidad en Chile, las propuestas se enfocan en mejorar las condiciones socioeconómicas de las mujeres para tener hijos y criarlos. Sin embargo, otros países apuntan al rol de la familia en su conjunto.
Las estadísticas de 2023 muestran que la tasa de natalidad de las chilenas llegó a 1,16 hijos/as, la más baja de la historia del país y una de las menores a nivel mundial. Esto encendió las alertas sobre cómo revertir esta situación.
Teresa Valdés, socióloga, coordinadora del Observatorio de Género y Equidad y parte del Consejo Editorial de Nada sin Nosotras, señala que hace muchos años la tasa de fecundidad en Chile está por debajo de la tasa de reemplazo. “Me impresiona esta campaña del terror y que obviamente se está poniendo el peso siempre en las mujeres. Y uno dice, ¿por qué no se pone el peso en el hecho de que las mujeres no pueden desarrollar su vida y no pueden tener hijos si no existen las condiciones para ello?”, se pregunta la experta.
Según Valdés, el acento está en otro aspecto: los nacimientos de niños de madres migrantes. “La discusión es de que no se reproduzcan los chilenos frente a los que puedan venir de otros países. Entonces el que haya un reemplazo de la natalidad de una población migrante también es mal visto porque entonces no son chilenos. Hay un problema que es de nacionalismo y de racismo”, señala.
Varias voces se han alzado apoyando la sala cuna universal y aumentar el postnatal como alternativas para mejorar las condiciones de las mujeres para maternar. Sin embargo, otros países con tasas similares a la de nuestro país han optado por medidas económicas y de permisos tanto para la madre como el padre, planteando la responsabilidad de manera transversal.
“Suponer que las mujeres deberían tener hijos, o que son responsables de tenerlos o no, me parece espantoso. No hay obligación de tener hijos. Las mujeres tenemos o no tenemos hijos porque queremos”, indica Teresa. Sobre la responsabilidad que tienen los hombres, señala que “me parece muy responsable que estén decidiendo crecientemente la vasectomía como un camino para controlar la fecundidad porque no es sólo de las mujeres, es de los hombres también”.
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¿Cuál es la situación en Europa respecto a la tasa de natalidad?
La tasa media de fecundidad en la Unión Europea es de 1,50 nacidos vivos por mujer. Lo que está muy por debajo del nivel de reemplazo de 2,1, necesario para garantizar la población, pero aún así más alta que nuestro país.
Los países europeos han tomado diversas medidas para fomentar la natalidad. Desde permisos parentales hasta incentivos financieros, estos países buscan revertir cifras que siguen descendiendo.
“En Europa hay una variedad de situaciones. Hay países que han desarrollado políticas para promover la natalidad. Hace muchos años que el tema de la igualdad, entendida como corresponsabilidad, está vigente”, explica Valdés, añadiendo que lo principal tiene que ver con la corresponsabilidad de género y social. “La corresponsabilidad social quiere decir de una comunidad, de un país, de unas políticas públicas que están articuladas para que el tener hijos no sea una carga que lleva solamente o la familia o la mujer”.
En Francia, donde en 2022 la tasa de fertilidad fue de 1,8 hijos por mujer, se ofrece una «prima por nacimiento» y asignaciones familiares mensuales que aumentan con el número de hijos.? Además, ambos padres pueden acceder a permisos parentales remunerados y flexibles, y hay gran cobertura de guarderías subvencionadas y educación preescolar gratuita.
Bono económico por hijo para aumentar la tasa de natalidad
Suecia, a 2022, tiene una tasa de natalidad de 1,5 hijos por mujer. Este país ofrece hasta 480 días de permiso parental remunerado por hijo, que pueden ser compartidos entre la madre y el padre. También cuentan con asignaciones mensuales por hijo hasta los 16 años, y jardines infantiles con tarifados según los ingresos familiares.
En 2023, la tasa de fertilidad de Alemania es de 1,35 hijos por mujer. Allí, el “Elterngeld” y el “Kindergeld” son los nombres de los subsidios para padres e hijos. El primero entrega apoyo económico a aquellos padres que reducen su jornada laboral o dejan de trabajar temporalmente para cuidar a sus hijos. El segundo corresponde a un pago mensual por hijo hasta los 18 años, o incluso más si siguen estudiando. Además de eso, existen deducciones fiscales para familias con hijos.
En Italia, en 2024, la tasa de fertilidad descendió a 1,18 hijos por mujer. Y cuenta con un “bono bebé”, que es un subsidio mensual durante el primer año de vida del niño, para familias con ingresos bajos y medios, y asignaciones familiares mensuales según ingreso y número de hijos.
Finalmente, para Teresa Valdés, se resume en “apoyar, acompañar, favorecer a las mujeres que quieren tener hijos o las parejas que quieren tener hijos y que tienen dificultades por la vía de la fertilización y todas esas vías, todo eso es muy justo. Quienes estamos por los derechos sexuales y reproductivos, aspiramos a que todas las mujeres y las parejas que desean tener hijos, tengan las posibilidades de acceder a ello”.