Ximena Peralta, vicepresidenta de CS: “Las derrotas tienen la amenaza de desmovilizar y que la gente se vaya para la casa, a nosotros eso nos parece una amenaza muy peligrosa”

Ximena Peralta, recientemente asumida como vicepresidenta de Convergencia Social (CS) y como mujer representante en la mesa de conversaciones para un nuevo proceso, conversó con La Neta respecto a los desafíos que plantea el itinerario constituyente 2023 y cómo se percibe este desde el partido del presidente Gabriel Boric.

 

*Por Constanza Valle

Viernes 30 de diciembre de 2022

 

La idea del partido único se ha planteado tímidamente desde el último cónclave oficialista del pasado 25 de septiembre, específicamente, para presentarse a las próximas elecciones municipales, pero ¿qué se ha hablado respecto a las próximas elecciones de consejeros y consejeras constitucionales para mayo de 2023?

 

Ni descartando ni confirmando, la vicepresidenta de Convergencia comentó que como partido buscan convocar la “mayor amplitud posible” para la elección del Consejo Constituyente. Esto implicaría que la alianza de Gobierno vaya unida e inclusive, pueda acoger a otras candidaturas.

 

Para robustecerse como alianza de cara a las próximas elecciones, Peralta cuenta que están realizando una serie de encuentros programáticos y de contenidos, donde además debaten cuál creen que debiese ser el carácter de este nuevo proceso y el estilo que le quieren dar. También adelanta que desde Convergencia Social han hablado de una “Constitución habilitante”.

 

 

¿Qué es una Constitución habilitante?

 

La vicepresidenta de Convergencia Social la describe como nuevo texto constitucionalpero también un nuevo pacto social en lo político. Con esto, espera, se puedan destrabar cuestiones contenidas en la Constitución que actualmente nos rige y que califica como “antidemocráticas”.

 

“Por ejemplo, en la actuación del Estado en materia de empresas o en la prohibición de los derechos sociales, fundamentalmente por esta idea de Estado subsidiario y nosotros queremos que las ideas del Estado social y democrático, las ideas de la garantía de un Estado que cuide no sean inconstitucionales, sino por el contrario, que sean un mandato constitucional”, detalla Peralta. 

 

Rearticulación de movimientos sociales

 

La representante de Convergencia dice estar consciente de lo que está pasando al interior de los movimientos sociales, particularmente en el escenario post Convención y post revuelta.

 

Las derrotas tienen la amenaza de desmovilizar y que la gente se vaya para la casa y que la congregación se disuelva y a nosotros eso nos parece una amenaza muy peligrosa, porque ningún proceso de cambio profundo avanza sin un movimiento social que los respalde, sin un movimiento masivo que los respalde”, observa Peralta. 

 

Y añade: “Los movimientos sociales de la última década han tenido un valor muy fundamental en ser capaces de no solamente movilizar, sino también de representar intereses en el debate democrático y, en ese sentido, por ejemplo el movimiento feminista, ha sido una apertura de camino para hablar de la redistribución de poder, para hablar de como nuestra vida como mujeres es distinta”.

 

 

Finalmente, y sobre el actual estado de los movimientos sociales, Peralta vislumbra que “hay que ver cómo hacerles frente a una ola de regresión conservadora”, y declara que como partido no solo intentarán resistir, sino que también sobrepasar “porque nuestras ideas no son una moda, no son algo pasajero, sino desde nuestro punto de vista un planteamiento político muy de fondo y que llegó para quedarse”.

 

Sin perjuicio de lo anterior, la representante de Convergencia Social, no se opone a la participación de expertos y expertas para el nuevo itinerario constituyente y saca lecciones al respecto. “La técnica y las expertas y expertos tuvieron una posición muy importante de todos los sectores políticos, tanto siendo convencionales constituyentes  como también en los órganos de apoyo técnico”, concluye.

 

Además, complementa que “la técnica tiene que estar siempre al servicio del pacto social que queremos construir”. En ese sentido, considera que mediante la técnica se resuelven preguntas tales sobre cómo queremos convivir, qué es necesario que cada uno entregue y lo que cada uno debe recibir para vivir en sociedad.

 

“Entonces esas preguntas fundamentales son preguntas políticas, no son preguntas técnicas y es muy bueno y muy necesario que quienes aporten con su técnica digan ‘la mejor forma de redactar este principio de protección al medioambiente es esta, o es esta otra’”, ejemplifica Peralta.

 

A pesar de esta postura, la vicepresidenta de Convergencia discrepó como participante en los diálogos para habilitar un nuevo proceso respecto a hacer de las expertas y los expertos los depositarios de la legitimidad de este proceso. 

 

“La legitimidad de este proceso va a estar en que el pacto social al que lleguemos sea visto como propio por las personas”, señalando que esto se verá reflejado en el plebiscito de salida, en la elección de convencionales y en la democracia que va a tener el proceso de redacción de la nueva Constitución. 

 

Y, a modo de comparación, volvió a remitirse al proceso constitucional pasado, donde a su juicio se depositó toda la legitimidad en quienes eran independientes “y esa independencia no significó, por ejemplo, autonomía del poder político o libertad para plantear los propios pensamientos, sino que significó fundamentalmente dispersión política e incapacidad de construir una conducción clara de la Convención”.