Huelga Feminista y Proceso Constituyente

Por convencionales Alondra Carrillo, Elisa Giustinianovich y Janis Meneses*

 

¿Alguna se imaginó cuando convocamos a la primera Huelga Feminista en Chile a dónde íbamos a llegar? Eso pensamos mientras escribíamos esta columna, entre recesos del intenso trabajo en la Convención. La extenuante lucha de 17 años de nuestras madres y abuelas por recuperar la democracia fue el puntapié inicial a esta nueva generación que heredó ese espíritu sororo, justiciero y revoltoso, que a partir de 2019 levanta una nueva ola que deviene en tsunami feminista, desbordando masivamente todos los espacios incluyendo éste, en el que escribimos la Nueva Constitución.

No solo lo imaginamos, es un camino que hemos ido construyendo sobre la marcha. Llegar aquí no es casual. Las Huelgas Feministas, las colectivas y organizaciones diversas, los Encuentros Plurinacionales de Mujeres y Disidencias Que Luchan y las diversas asambleas feministas territoriales permitieron articular a lo largo de todo Chile, un programa conjunto con nuestras demandas y anhelos. No tenemos duda de que esa masividad y radicalidad fue parte del caldo de cultivo que dio lugar al primer proceso constituyente democrático en la historia de Chile.

El movimiento feminista no solo ha sido la fuerza que ha abierto este proceso, también es una fuerza que lo sostiene. Son las funcionarias de la Convención las que colaboraron desde el primer día para poner en marcha las jornadas en las que no había ni computadores. Son ellas las que hoy trabajan subcontratadas, en condiciones precarias y sin tener como garantía siquiera, un seguro de salud. Secretarias que trabajan incluso bajo la modalidad ad honorem, hasta altas horas de la noche y sin mediar reconocimiento ni retribución. Muchas de ellas realizan labores cruciales y en distintos niveles, excediendo cualquier jornada laboral saludable y poniendo sus vidas a disposición de este proceso.

En lo político, pese a que los medios hegemónicos destacan los liderazgos de los varones como referentes innegables, lo cierto es que el proceso de transformaciones se sostiene en el trabajo de las mujeres: constituyentes y sus equipos que son claves en cada uno de los colectivos de la Convención Constitucional. Son quienes gestionan muchos de los aspectos técnicos y políticos del trabajo: desde convocar a las reuniones, dialogar en busca de acuerdos, guiar el debate, e incluso quedarse luego redactando los acuerdos. También son quienes reciben la violencia política por redes sociales y las presiones de quienes las ven como una amenaza para la “estabilidad”, esa estabilidad que es un llamado a la autoridad y a la cual se apela permanentemente poniendo como referente la estructura familiar tradicional, bajo la premisa de: “poner orden en la casa”.

Hoy 8 de marzo, en un nuevo día internacional de las mujeres trabajadoras, nos plegamos a la Huelga General Feminista desde la Convención Constitucional junto a todas las trabajadoras que sostienen este espacio: las trabajadoras subcontratadas a cargo de la limpieza, las funcionarias que en comisión de servicio sostienen día a día el peso de la labor institucional, los equipos detrás de cada constituyente y, por supuesto, las propias constituyentes. Al igual que muchas otras mujeres y disidencias, hoy nos plegamos de todas las formas en que es posible desde un lugar donde no podemos dejar de trabajar. ¿Cómo paran las que quieren y no pueden parar? Esta pregunta que atraviesa la reflexión de las últimas huelgas feministas anima nuestras luchas en este proceso donde nos hemos volcado a traer, al centro de la discusión constitucional, las condiciones precarias en que hoy viven la gran mayoría de mujeres, niñas y diversidades.

Este trabajo que hoy nos inunda de responsabilidad, depende de la labor invisible de muchísimas más. Cada norma será resultado de cientos de hebras de historias íntimas y colectivas, la acumulación de miles de horas de trabajo y desvelo, millones de pasos, gritos y cantos de marchas en nuestros cuerpos. Están a tal punto entrelazadas nuestras vidas en este momento de nuestra historia, que han sido las decisiones colectivas, protestas y movilizaciones de mujeres y disidencias de todos los rincones del mundo las que han hecho posible que hoy, en este rincón del planeta, estemos en la primera Constituyente paritaria de la historia.

Como nunca antes, somos las que marchamos hace años las que hoy llevaremos las consignas y demandas de las calles a la Nueva Constitución, para dejar el sello de esta marea común que avanza desde una transformación feminista transversal y estructural sobre los andamiajes autoritarios y neoliberales del viejo Chile. Y no olvidamos en nuestra marcha, que este proceso lo hemos levantado desde la movilización y también en un contexto de terrorismo de Estado que se ha mantenido impune a pesar del amplio reconocimiento de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos cometidas por el gobierno de Sebastián Piñera.

Este 8 de marzo seguimos nuestro trabajo por todas aquellas que desean levantarse en Huelga y no pueden hacerlo, porque nos ha sido negado el derecho mismo a organizarnos para luchar. Desde esta vereda y en todos los frentes, seguiremos batallando por garantizar las condiciones de posibilidad para las huelgas por venir, en un país donde hoy no existe el derecho a huelga y donde mañana podamos caminar juntas por esa vida que nos deben a todas y cada una.

 

 

*Elisa Giustinianovich Campos es bioingeniera y doctora en Ingeniería Química de la Universidad de Concepción. Es feminista y fue electa como representante del distrito 28, región de Magallanes, como representante de la Coordinadora Social Magallanes. Actualmente, es vicepresidenta de la Convención Constitucional e integrante de la Comisión Forma de Estado. 

*Alondra Carrillo Vidal representa las comunas del distrito 12. De profesión es psicóloga y cursa un posgrado en Filosofía Política. Estudió en la PUC, donde su participación política fue activa en la plataforma Crecer, siendo representante territorial de su facultad y presidenta del centro de estudiantes, además de ser candidata a la FEUC en dos ocasiones. El 2018 fue vocera de la Coordinadora Feminista 8M, cargo que desempeñó hasta el 2020. Una de sus principales luchas es la construcción de una nueva Constitución con enfoque feminista. Actualmente, integra la comisión de Sistema Político.

*Janis Meneses Palma representa a las comunas del distrito 6 de la región de Valparaíso. Meneses nació en Quilpué, estudió en la Universidad de Valparaíso y hoy es trabajadora social. Como candidata fue independiente, impulsada por los movimientos sociales y la Asamblea Vecinal Los Pinos de su comuna, de la cual fue vocera.  Actualmente, integra la comisión Derechos Fundamentales la cual tiene como uno de los temas mínimos que abordar la materia de derechos sexuales y reproductivos, derechos de las mujeres, disidencias y diversidades sexuales, derechos al cuidado y reconocimiento doméstico, entre otros. 

 

Se socia de La Neta haciendo click aquí