Tras seis meses de trabajo del Consejo Constitucional, el único consejero que alcanzó escaños reservados, Alihuen Antileo, hizo un balance del trabajo del órgano respecto a los temas de los pueblos indígenas.
*Por Equipo La Neta junto a las pasantes Ignacia Gutiérrez y Renata Paredes
La mañana del lunes 16 de octubre, el Consejo Constitucional recibió el primer rechazo a su propuesta de nueva Constitución. El único consejero indígena fue el responsable de emitir esta declaración: Alihuen Antileo (pueblo mapuche).
“No puedo sino recomendar a los 11 pueblos indígenas, reconocidos por ley, que esta propuesta constitucional, que va a emanar en las próximas semanas, no debe ser aprobada. Recomiendo que esta propuesta sea rechazada por los indígenas de Chile ya que no nos incluye”, llamó Antileo.
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Extracto de la intervención del consejero Antileo (pueblo mapuche) emitida el 16 de octubre
La declaración fue emitida durante la discusión de las 210 observaciones ingresadas al texto constitucional por la Comisión Experta, de las cuáles 32 fueron derivadas a la comisión mixta en busca de una alternativa. Ninguna de estas hacía referencia a los pueblos indígenas, en consecuencia, para Antileo su declaración no fue apresurada.
“En la comisión mixta ya no había ningún artículo que hablara de indígenas. Ya estaba perdido todo para los indígenas. En cambio, había otros temas de interés general. Y por eso entiendo que los partidos políticos dijeron vamos a terminar de cerrar los otros temas. Entonces yo dije: ‘Bueno, pero ese es un tema de ustedes, de partido. Yo soy el único independiente acá, represento a los pueblos indígenas, nosotros no tenemos nada más que esperar’ (…) Y, por lo tanto, en atención a esta última votación, a este último ciclo técnico, que ya no tenemos nada más para adelante, esta es la recomendación que yo hago”, explicó el consejero a La Neta.
Además de lo señalado, ¿hubo otros factores determinantes para recomendar votar “En Contra”?
Ahí lo que pasó fue lo siguiente. Primero, en la primera Convención, habían alrededor de 50 artículos sobre derechos de los pueblos indígenas, materias relacionadas directa e indirectamente con los derechos de los pueblos. En esta oportunidad (Consejo), nosotros presentamos cuatro peticiones. De 50 pasamos a cuatro. Y, francamente, ninguna que pudiera pudiera considerarse desmedida o no acordable.
¿Y cuáles son esas cuatro peticiones?
Reconocimiento constitucional, interculturalidad, participación política diferenciada y tierras. Se desglosaban en 11 o 12 enmiendas, porque estaban distribuidas en la Constitución de distinta manera, pero son cuatro grandes temas.
Tierras: “Hablé con todas las bancadas (…)
Y la respuesta fue no, no hay piso para eso”
El repaso constitucional que realiza el consejero comienza con una derrota: El rechazo a la disposición transitoria para crear una Corporación nacional de restitución de tierras indígenas y reparación.
“La de tierras no prosperó ni en la comisión, ni en el debate de comisiones ni en el plenario. Hubo algunos acercamientos, fundamentalmente de Renovación Nacional, pero con los otros sectores no. Y, finalmente, se rechazó”, señaló Antileo.
Disposición Transitoria presentada en la Comisión de Principios y renovada en el Pleno del Consejo Constitucional.
En ambas ocasiones fue rechazada.
Para el consejero esta transitoria habilitaba al Congreso a sostener una discusión democrática en torno a la creación de esta Corporación, que “genere un horizonte a los movimientos indígenas y mapuche, para que, en algún momento, dado entre en una vía definitiva de solución”.
Y agregó: “Porque no podemos estar 20 o 30 años volviendo a conversar los mismos temas, o sea, esto tiene que terminar. La voluntad nuestra es que esto termine, pero que termine bien. Ahí tenemos una primera medida. Se lo planteamos, en estos términos. Hablé con todas las bancadas de acá, todas, todas. Y la respuesta fue: ‘No, no hay para eso piso’. Por lo tanto ahí tenemos un tema que se cayó”.
¿Esa respuesta fue tajante o hubo propuestas de estos sectores?
No, ninguna. Yo les hice todas las propuestas
¿Y todas rechazadas?
Todas las propuestas en materia de tierra. Insisto que (la bancada) de Renovación Nacional solamente dijeron “si, nosotros podríamos estudiar esta posibilidad”, con el consejero (Germán) Becker. Pero ellos también hicieron una contrapropuesta(…) Creo que ellos tienen, legítimamente, también la aspiración a darle un punto final al tema de tierras.
¿Qué es lo que planteaban? Planteaban, y está escrito en su enmienda, que esto tuviera un plazo de una vez terminado ahora, en diciembre, y si entraba en vigencia la nueva Constitución, se pudiera en un plazo de un año hacer todos los requerimientos de tierra. Y, después de ese año, él que no ingresaba su demanda o su petición, perdía su derecho de solicitarle al Estado una suerte de reparación o indemnización.
Y eso, desde el punto de vista de los tiempos políticos y sociales en comunidades, y es tal el número, que yo no podía avalar una demanda de esa naturaleza. Porque yo decía: ‘Mira el plazo se puede poner, pero hay que consultarle a los afectados’. Porque un año yo sé que es muy poco, o sea, eso yo no lo puedo suscribir. Pero siempre es bueno que se le consulte y creo que la mayoría va a estar de acuerdo en cerrar esto, pero no en un año, es probable que en tres o cuatro, claro, porque es lento, las cosas en el campo son lentas. Y ellos no aceptaron eso y dijeron: ‘O es así o no, no más’. Entonces se votó y como tienen la mayoría, eso se cayó.
Participación política diferenciada
Antileo explicó que esta expresión es lo que, comúnmente, se conoce como escaños reservados, pero comenzó a utilizarla para poder negociar con el Partido Republicano, fuerza mayoritaria dentro del Consejo Constitucional, quienes le indicaron que cualquier discusión sobre este tema partía “por no hablar de escaños reservados”.
“Les pregunté por qué. Y me dijeron: ‘Porque nosotros hicimos nuestra campaña en base al en contra de los escaños reservados. No podemos firmar nada que diga escaños reservados (…) Entonces no podemos ahora aparecer suscribiendo algún acuerdo eventual que diga escaños reservados. Entonces les dije que no había problema. Le sacó la sal. Y aún así…”, señaló el consejero.
A pesar de esta consideración por parte de Antileo, los escaños reservados no fueron incluidos expresamente en la propuesta constitucional, de hecho, sólo quedó establecido que “la ley podrá establecer mecanismos para promover la participación política” indígena en el Congreso (artículo 51.2).
Inciso segundo del artículo 51 de la propuesta de nueva Constitución
Decisión que el consejero lamenta pues, a su juicio, la propuesta de establecer escaños reservados se justifica en una “tendencia al alza” de la participación indígena, que se refleja en las cifras en torno al uso de la papeleta verde en las elecciones a la Convención, así como para el Consejo Constitucional.
«En el primer proceso 280 mil, en el segundo proceso 360 mil, eso marca una tendencia al alza en la participación indígena diferenciada, o sea, a nosotros nos gustaría hablar con nuestras propias voces; con nuestras propias dirigentas y dirigentes; y plantear nuestras demandas. Porque no tenemos por qué ir a pedirle a un partido político que hable en nombre nuestro. Nada más que nuestra gente, a nivel territorial, nuestros liderazgos, nos representen. ¿Dónde? En el municipio, en el consejo regional y en el parlamento”, señaló Antileo.
Para el consejero mapuche que haya escaños reservados en el Congreso es crucial ya que, según sus datos, en “siete u ocho renovaciones del Parlamento” han tenido en promedio un representante indígena de 50 en el Senado, mientras que en la Cámara han sido dos de 155. Por lo que aumentar la participación en ambas cámaras permitiría estar presente en la discusión, por ejemplo del presupuesto nacional.
¿Donde se discute el presupuesto? Por atribución exclusiva del Congreso, la discusión y aprobación del presupuesto nacional. ¿Qué es lo que falta? Porque políticas públicas en materia indígena hay en todos los ministerios (…) Pero cuando tú llegas al ministerio te dicen que no tienen recursos (…) Ellos como ministerios ejecutan políticas en función del presupuesto, y como no hay presupuesto, bien gracias.
Por eso nosotros queremos estar ahí, porque cuando se vota la ley de presupuesto, imagínese(las diputadas) Emilia Nuyado y Ericka Ñanco levantan la mano y son dos votos de 155. ¿Qué posibilidades reales existen de que cambie nuestra situación desde el punto de vista de los recursos si no tenemos un aumento (en participación)?
Dado que somos el 13% de la población, debería haber algo proporcional. Esta fue una larga discusión con las bancadas de derecha. ¿Por qué digo de las bancadas de derecha? Porque el oficialismo me aprobó todas las propuestas. Todas las propuestas que yo hice me las aprobaron. Tuve que discutir también y conversar con ellos, pero hubo una mejor disposición. A la larga era un sí.
¿Qué dificultades hubo con las derechas?
La principal dificultad fue el “somos todos chilenos, y como somos todos chilenos, no corresponde que haya privilegios”.
¿Cómo respondió a estos comentarios?
Fue una tremenda y larga discusión. Yo diría que hay una visión filosófica de parte de los sectores de derecha respecto de cómo entender la sociedad, una cosmovisión ideológica, en fin. Eso yo lo respeto. Dice básicamente somos todos chilenos, somos todos iguales formalmente.
Y hay, también, una visión refractaria sobre los derechos colectivos. Por así decirlo, aquí el motor de la sociedad son las personas, de manera individual, que por su empuje, su esfuerzo y su mérito logran avanzar, mejorar y por esa vía, del emprendimiento, logran también el desarrollo y el crecimiento económico del país. Es una visión filosófica y yo la respeto, no la comparto.
Creo que a ese esfuerzo individual, también hay un esfuerzo colectivo, sobre todo en los pueblos indígenas, que son principalmente derechos colectivos. Nosotros no reivindicamos ningún derecho individual, yo no reivindico ningún derecho individual. Nosotros reivindicamos derechos colectivos, como por ejemplo, la lengua. Esos son derechos del pueblo. Acá yo no he traído ningún derecho individual a presentar, solamente derechos colectivos. Porque los pueblos indígenas tenemos esa característica. Avanzamos lento, pero avanzamos juntos, esa es la gran diferencia. Entonces, no se nos pueden quedar atrás las mujeres, los ancianos, los niños, las personas con capacidades diferentes, porque avanzamos como un pueblo junto, no como individuos. Porque como individuos, si alguien tiene la fortuna de tener educación u otros, evidentemente se dispara, nadie va a cuestionar eso. Pero no es nuestra cosmovisión, es un enfoque de cosmovisiones distinto. Eso por una parte.
También, no puedo dejar de mencionar esto, porque al principio no era evidente, pero después sí. Y es que hubo un revanchismo. Hay un sector de la derecha que tiene que pasarle la boleta al movimiento indigena por lo de la primera Convención. Hay una revancha, se generó una suerte de animadversión hacia los pueblos indígenas y eso yo no lo puedo dejar de mencionar.
Por ejemplo, en el último Pleno, hace unos días atrás, una persona decía: ‘Claro, lo que ustedes querían era la plurinacionalidad y el pluralismo jurídico’. Jamás he planteado una cosa así, si aquí el único que planteó los temas indígenas fui yo. Yo podría haberle dicho: “Señor, ¿Usted de qué está hablando?. Usted está hablando de la primera Convención. Usted está votando estos artículos y estas propuestas. No puedo decir lo de la plurinacionalidad, porque jamás lo he planteado”. Jamás he planteado el pluralismo jurídico. Ni los derechos de la madre tierra.
Y este señor, que tengo entendido que fue asesor en la primera Convención, hay varios acá que fueron asesores en la primera Convención (…) Entonces es una cosa así como un ‘ahora nos toca a nosotros’. Era una actitud revanchista, hasta con un sesgo racista. Lo digo después de cinco meses de haberlos visto mañana, tarde y noche a nuestros colegas de derecha. Al principio yo no tenía esa visión. Llegué diciendo conversaré con todos. Y no. Había un sector o una parte de su posición que decía relación con eso.
Esa es una cosa. Pero también pasó con los independientes. Era un tanto transversal esa animadversión hacia los independientes. Los independientes quedaron fuera de este proceso (…) Por ejemplo, en el sistema político, se reguló que los independientes no van a presentar listas. ¿Qué posibilidad tiene un independiente de competir con una lista de partido? Cero.
Ellos planteaban: ‘No, esto es la lista del pueblo que generó esto. Que estas identidades minoritarias, que las lesbianas’. ¿Qué problema tengo con las lesbianas, con los homosexuales? ¿Quién soy yo para dejar fuera a todos los sectores de mi país, de la sociedad? Te digo, acá hubo factores que también tienen que ver con esa subjetividad.
Lo otro, es que representan intereses que están en pugna con el movimiento indígena. Las empresas mineras, las forestales, los terratenientes. Hay sectores que tienen conflictos directos con los indígenas. Entonces, ellos dicen: ‘Van a reivindicar el agua, que va no va a quedar como un bien de uso público público y se va a priorizar el consumo humano. Nosotros lo dejaremos como está y va a haber un derecho de aprovechamiento de las aguas que se puede heredar, vender y transar’. En el ámbito del extractivismo, porque favorece a las empresas grandes y son los que financian sus campañas electorales.
Entonces está ese factor ideológico de cosmovisión y el factor subjetivo de revanchismo. Pero también está, y ese es el más importante, el que defiende políticas e intereses de determinados sectores. La derecha representó eso en estas votaciones, y por eso perdimos la participación política. No nos quisieron dejar ni en municipios.
Imagínate que son alrededor de 960 concejales en el país. ¿Cómo de esos 960 no vamos a tener uno o dos concejales? Por ejemplo en La Pintana hay 10 concejales y hay 25% de población indigena. ¿Cómo no vamos a tener uno? Ahí Perdimos a nivel nacional, regional.
La única persona y sector que votó a favor de nuestra participación en el Congreso fue Evopoli, Gloria Hutt. Fue la única de todas las votaciones. Tengo que mencionarlo en honor a la verdad y se agradece, más dos abstenciones de republicanos. Esa fue la mejor votación que obtuvimos en todo el Consejo. Todo lo demás era el bloque en contra. Y el núcleo duro, efectivamente, eran republicanos, sin ninguna duda.
Una revisión del texto
En el artículo cinco de la propuesta del Consejo Constitucional, que se votará este lunes 30 de octubre, se establece que “la Constitución reconoce a los pueblos indígenas como parte de la Nación chilena, que es una e indivisible”, mientras que interculturalidad deberá ser reconocida por el Estado “como un valor de la diversidad étnica y cultural del país”.
Sobre la interculturalidad, Antileo comentó que no hay una especificación expresa “hacia los pueblos indígenas, solamente que se difundirá que tenemos derechos, qué es lo que ya hay, eso no cambia nada”.
Artículo 5 de la propuesta de nueva Constitución, que se votará este lunes 30 en el Consejo
Según prevé Antileo, la inclusión del reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas será “la gran propaganda” que realizará la derecha durante la campaña “A favor” de la propuesta constitucional.
“El reconocimiento constitucional debe estar entre las tres demandas históricas del movimiento indígena en Chile. Quedó en esta Constitución, por lo tanto, la derecha puede decir, lo que ustedes vienen pidiendo hace 30 o 40 años ya está. Además, en la votación tiene 50/50, si es que falta un voto es porque una persona no estuvo. Hubo unanimidad completa, estuvieron todos de acuerdo”, explicó Antileo.
Aunque este reconocimiento no siempre estuvo considerado por el Partido Republicano, pues de acuerdo a Antileo este “autogol” se debió a que en la votación del Pleno presentaron dos normas simultáneamente. La mayoría tuvo que ceder.
¿Qué fue lo que pasó?
Fuimos a comisiones, votaron en contra. Fuimos a plenario y votaron en contra del reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas asociado a derechos (…) Tiene que haber un reconocimiento constitucional con derechos individuales, con derechos colectivos. Educación, tierra, participación política. Esos son los derechos que están consagrados en el Convenio (169 de la OIT) y en la Declaración ONU de los derechos de los indígenas.
Entonces ellos dijeron: ‘No, eso no lo vamos a reconocer, vamos a hacer un reconocimiento formal. Y los derechos colectivos, no, eso bajo ningún motivo’. Eso es por la concepción que ellos tienen, que yo decía que era individual.
Llegamos a la votación (…) ¿Y por qué, finalmente, se aprobó en el plenario? O sea, uno decía, ahí hubo un buen manejo político. Se equivocaron. El Partido Republicano presentó en el plenario una disposición y, simultáneamente, presentó otra idéntica.
Entonces uno dirá, bueno, ¿y qué tiene que ver eso? Técnicamente, cuando se presentan dos iguales por la misma como bancada, se cae el artículo completo, y se cayó el artículo completo y, en consecuencia, se caía todo el reconocimiento constitucional. Y se dieron cuenta cuando lo subieron a la pantalla, porque alguien hizo mal el trabajo técnico, lo subió equivocadamente, subió las dos. Entonces todos nos dimos cuenta en el momento que eso no podía suceder porque reglamentariamente no puede hacerse. Se cayó el reconocimiento constitucional en ese momento. Estábamos en directo”.
Sí, lo vimos
Fue el primer día del plenario, y por eso lo pueden verificar ahí, está todo grabado. Entonces, ¿qué pasa? Se cae, se cae el reconocimiento. Pero acuérdense que hay 12 bases que dieron el marco regulatorio de esto, y en la base número cuatro dice que este proceso de Consejo Constitucional tiene que regular el reconocimiento constitucional. Y, por lo tanto, se les caía la base y era el Consejo presidido por los republicanos, que estaba presentando esto, el responsable de vulnerar las bases del proceso. Y eso iba a ser un escándalo político, y además dejaba fuera a los indígenas. Por eso pidieron suspender.
Vinieron para acá y nosotros les dijimos: ‘Se metieron en un problema serio’. Porque con esto nosotros vamos al Consejo Técnico de Administrabilidad, es más, podemos ir al Tribunal Constitucional, a la Corte Suprema, y hacer de esto realmente un tema.
Entonces, dijeron: ‘¿Y qué proponen?’. Reconocimiento de derechos colectivos.
¿Y eso quedó así?
Sí. Se hicieron un autogol (…) Se volvió (al Pleno); se pidió la unanimidad; se votó y quedaron los derechos colectivos. Entonces no es que ellos ahora puedan decir: ‘Nosotros siempre hemos tenido políticamente la intención de reconocer los derechos colectivos’. No, es por un error no forzado, es un autogol que se hicieron. Y por eso ahí quedó de esa manera.
Además, se negaron la mayor parte de las demandas. Y porque también se incorporaron elementos como, por ejemplo, el Estado de Sitio (…) para la guerra interna. Yo tengo la impresión de que se veía muy feo declarar la guerra interna al pueblo mapuche. Eso políticamente tiene un costo nacional e internacional muy alto.
Entonces al Estado de Sitio le agregaron una otra causa, grave amenaza terrorista. ¿Quién califica a la grave amenaza terrorista? Ellos. El Ejecutivo seguramente. Y por esa vía entonces pueden solicitar el Estado de Sitio.
Y eso va a ir para el pueblo mapuche, octava y novena región, claramente. Y además de eso, la eximente responsabilidad penal de las fuerzas policiales que en el ejercicio de sus funciones y en el uso de sus armamentos no van a ser condenadas cuando estén protegiendo infraestructura crítica, por ejemplo, caminos u otros. O sea, a mi juicio, hay un sector de la derecha que está preparando una confrontación con el pueblo mapuche.
De hecho, usted mencionó en sus intervenciones que esta propuesta constitucional no entregaba una salida democrática a este conflicto histórico.
Claro, lo que pasa es lo siguiente. Los conflictos que son sociales, políticos, históricos, de todo tipo, como es el caso mapuche en particular e indígena en general, hay dos maneras de resolverlo. Uno, mediante un diálogo institucional democrático en donde ambas partes conceden y la otra es mediante el control, la contención y la represión (…) Tenemos que convivir y ceder porque es más importante la paz en el largo plazo.
Lo que nosotros estamos planteando desde, por así decirlo, el movimiento indígena gradualista, autónomo y democrático, es que como es un tema de muchas décadas, de siglos, tenemos que buscar una propuesta institucional que canalice nuestras demandas institucionales. Las territoriales en los municipios. Las regionales en el consejo regional. Y las nacionales en el Parlamento. Es una vía institucional para canalizar nuestras demandas. Primera cosa.
Segundo, una Constitución que nos represente a todos los sectores: republicanos, minorías, independientes, regionalistas, los que quieran. Nosotros no somos dueños del país. Somos dueños de una parte del país, dueños en el sentido de que participamos del país o nos gustaría participar. Entonces eso es lo que nosotros proponemos (…) Busquemos la fórmula pero tiene que haber una voluntad política, porque sin voluntad política no hay fórmula técnica.
Pero cuando una Constitución no te da esa vía, como es la participación política, te niega el gran tema de tierras. En el tema de tierras, les planteaba en las negociaciones externas, antes de ir a votación, que no hay ningún problema que esto sea gradual la implementación, (…) Entonces planteamos la solución de tierras.
Para el proceso de la institución de tierras en el ordenamiento jurídico actualmente vigente hay un procedimiento en donde las comunidades solicitan la adquisición de tierras, pero tiene que ser un examen técnico de admisibilidad. Y eso se demora un año o dos. Exámenes de admisibilidad solicitando restitución de tierras hay 850 en carpetas ya aprobadas. Y para atenderlas, con el presupuesto actual, se demoran alrededor de 35 o 40 años. Yo les puedo asegurar a ustedes que no van a esperar 35 o 40 años. Se los doy firmado. Por lo tanto, es probable que, en los próximos años, si esto no se resuelve, se inicie un ciclo grande de movilización.
Con un estado de sitio reforzado; con un eximente responsabilidad penal para militares y policías; más una ley que faculta a los particulares a hacer uso, por así decirlo, a tomarse la ley por su propia mano; tres elementos que en la práctica van a significar una confrontación.
Y otra cosa que también es importante mencionar, y es que el escenario, en ese caso, va a ser entre civiles. Porque los civiles, si ven un predio que está siendo tomado, van a llamar a otros civiles, y si están armados, va a generar una confrontación que no podemos prever cómo va a terminar esto.
Entonces yo digo, ¿pero por qué se llegó a eso? Porque constitucionalmente no se canalizaron las demandas, ni de tierras, ni la participación política, que es donde mayoritariamente quiere la mujer indígena participar. Y si eso se negó, se cerró, entonces dejamos abierto o privilegiamos el escenario de la represión, de la contención, la represión, la criminalización de la demanda indígena.
Y ante eso, haciendo este balance, y con estos elementos, invité a los indígenas a rechazar esta propuesta constitucional. A pesar de todos los esfuerzos que hicimos. Les puedo asegurar que el único lugar donde no negocié fue en los baños. Estuve en todas las instancias que hubo conversación. Por lo tanto, no puede haber la mínima duda, y esa es la única tranquilidad que yo tengo, de que se hicieron todos los esfuerzos.
“Yo no quiero más guerra (…) no quiero más sangre”
Las palabras de Antileo transmiten la decepción de no haber podido llegar más allá en las negociaciones, para poder abrir vías democráticas de solución al conflicto mapuche. “Yo no quiero más guerra. En el sentido que no quiero más muertes. No quiero más sangre. No quiero más sufrimiento. Y no me gustaría transitar por ese camino”, expresó.
A su juicio, ¿las derechas van por el camino de la confrontación?
Hay un sector que sí. Por supuesto. Porque ellos lo planteaban, decían ‘aquí lo que hay es un Presidente que no tiene los pantalones para ir y enfrentar el terrorismo’. Yo no sé qué significa eso.
No se olviden de una cosa que ellos están presentando en el Parlamento: una ley que faculta a las personas para desalojar un predio y, si tienen armas, defenderse ahí. Esto puede significar realmente una confrontación.
Proyecciones a la campaña
Llegando al final de nuestra conversación, Antileo nos comentó que el Consejo Nacional de Televisión y el Servel le comunicaron “malas noticias”, debido a que los pueblos indígenas no tendrán un espacio dentro de la franja televisiva ni recursos, a diferencia del resto de las bancadas del Consejo.
“Nos dijeron que no hay franja televisiva para los indígenas y el anticipo que van a tener los demás partidos no va. ¿Y las razones? No están consideradas. No fue regulado por el Parlamento y por lo tanto quedaron fuera. Ahora, les doy un ejemplo práctico. La bancada Revolución Democrática, que tuvo la gentileza de incorporarme, sobre lo cual estoy tremendamente agradecido de ello, tiene cuatro consejeros de diferentes regiones. Ellos deben tener 130.000 votos entre los cuatro. Yo tengo 160.000 y me quedé sin recursos ni franja. Y ellos van a tener recursos y franja. Yo quedé fuera”, señaló el consejero por el pueblo mapuche.
¿Qué va a hacer ante este escenario?
Podría cederme minutos de su franja, pero eso depende de la voluntad política. Si ellos me dicen qué no está contemplado, vamos a quedar afuera. Pero, ¿se dan cuenta el sesgo? En este caso, yo podría decir racista, discriminatorio. Cuando se reguló este proceso, hace siete meses atrás, se reguló que nosotros no teníamos (franja televisiva ni recursos). Es una clara demostración de que ellos pensaban que aquí no iba a llegar ninguno. Que esto no iba a ser tema. Yo creo que realmente nosotros fuimos el invitado de piedra en esta fiesta (…) Voy a tener que ir, pero bueno, menos mal que nos conocemos. Pedirle a esta bancada que por favor nos asignen cinco o siete minutos.
Ahora, eso va a ser un tema porque nosotros hemos planteado la autonomía del movimiento indígena y, ahora, vamos a tener que aparecer, si queremos aparecer, en una franja de partidos políticos. Entonces eso va a tener un costo político grande, porque es como que yo le estoy diciendo al movimiento indígena, de hecho les digo, retírese de los partidos políticos y formen su propia capacidad electoral indígena. Pero ahora les estoy pidiendo que estemos con ellos.
Entonces es toda una discusión y creo que yo no la puedo zanjar, eso vamos a tener que decidir colectivamente, pero no tenemos otra alternativa. Yo creo que es fundamental que estemos, porque como somos asociaciones de base, no somos partidos, con redes llegamos a 20 o 30 mil personas. Pero si queremos llegar a los 300 mil votos para él “En Contra” no tenemos otra alternativa que llegar a la televisión, porque eso es lo que llega de Arica a Punta Arenas, no son las redes.
Consejero Alihuen Antileo durante sus intervención en el Pleno
Foto de Proceso Constitucional
Además y, a pesar de la solicitud de Antileo, en este plebiscito las más de 1.318.212 personas que cuentan con calidad indígena reconocida no podrán solicitar una papeleta verde para pronunciarse “A favor” o “En contra” de la propuesta de nueva Constitución.
¿Por qué tendría que existir una papeleta verde para este plebiscito?
Lo que nosotros buscamos es la identidad electoral propia de los indígenas. Queremos medirla, porque ha ido en aumento. Nosotros sostenemos, políticamente, que los indígenas están reforzando su identidad y votando. Por lo tanto, con eso justificamos porqué queremos participación indígena diferenciada con escaños reservados(…) Siempre pedimos la papeleta verde para que se marque esa tendencia y se amplíe el padrón y la votación indígena.