Compromiso de Tlatelolco: una década por los cuidados y la igualdad de género en América Latina y el Caribe

El acuerdo regional, adoptado en la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, redefine a los cuidados como derecho humano y establece compromisos para erradicar la violencia de género en la región durante el período 2025–2035.

El pasado viernes, los Estados miembros de la CEPAL reunidos en Ciudad de México aprobaron el Compromiso de Tlatelolco, un documento que inaugura una década de acción hacia la igualdad sustantiva de género y una sociedad del cuidado. Así, reconoce los cuidados como un bien público y sector estratégico para el desarrollo sostenible, refuerza el acceso a los derechos sexuales y reproductivos y plantea medidas concretas para enfrentar la violencia de género en todas sus formas.

El encuentro, realizado a cincuenta años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, marcó un nuevo hito regional en derechos de las mujeres y niñas. A través del Compromiso de Tlatelolco, los países se comprometen a fortalecer leyes, políticas y presupuestos con enfoque de género que garanticen la plena autonomía de mujeres y niñas.

La sociedad del cuidado como nuevo paradigma

El Compromiso de Tlatelolco establece que la región debe avanzar hacia un nuevo paradigma: la sociedad del cuidado. Este concepto reconoce que los cuidados no solo son una necesidad a lo largo de la vida, sino también un derecho humano y una responsabilidad compartida entre el Estado, las comunidades y los hogares.

El acuerdo llama a los países a crear sistemas integrales de cuidados con enfoque de género, interseccionalidad e interculturalidad. Estos sistemas deben garantizar condiciones dignas para quienes proveen cuidados, remunerados o no, y asegurar que las mujeres puedan acceder a más oportunidades en educación, empleo y vida pública. Así, se busca romper con la división sexual del trabajo que ha limitado históricamente su autonomía.

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Compromiso de Tlatelolco y los derechos sexuales y reproductivos

Otro eje del Compromiso de Tlatelolco es el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos como parte esencial de los derechos humanos. El documento establece que los Estados deben garantizar el acceso universal a la salud integral, incluida la salud mental, sexual y reproductiva.

Asimismo, se enfatiza la importancia de asegurar educación sexual integral con enfoque de género, derechos humanos y laicidad. El acuerdo también subraya el compromiso con el acceso a servicios de aborto seguros, oportunos y de calidad en los países donde la legislación lo permita, así como con la prevención de emergencias obstétricas y abortos inseguros que siguen amenazando la vida de miles de mujeres y niñas en la región.

Violencia de género: medidas urgentes y compromisos regionales 

El Compromiso de Tlatelolco aborda también la violencia de género, al reconocer que sigue siendo una de las principales violaciones a los derechos humanos en la región. Los Estados se comprometen a impulsar leyes y políticas públicas para prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas.

El acuerdo incluye la violencia sexual, digital, obstétrica y simbólica, así como el feminicidio, el matrimonio infantil, precoz y forzado, la esterilización forzada y la discriminación múltiple hacia mujeres indígenas, afrodescendientes y migrantes. También plantea eliminar las barreras institucionales que dificultan el acceso a la justicia y garantizar la reparación integral de los daños, combatiendo la impunidad que históricamente ha caracterizado estos casos.

Compromiso de Tlatelolco y la participación política de las mujeres

El Compromiso de Tlatelolco también refuerza la necesidad de avanzar hacia una democracia paritaria, garantizando que todas las mujeres accedan en condiciones de igualdad a los espacios de toma de decisiones. Para ello, los Estados se comprometen a implementar medidas legislativas y electorales que aseguren la representación paritaria en todos los ámbitos y niveles del Estado.

El documento enfatiza que la participación política significativa de las mujeres es un requisito para profundizar la democracia y protegerla de retrocesos. Además, plantea la adopción de políticas públicas y medidas especiales de carácter temporal que permitan a las mujeres acceder a empleos productivos, al liderazgo en sectores estratégicos y a un rol activo en los procesos de paz y resolución de conflictos, con el fin de acelerar el tránsito desde la igualdad formal hacia la igualdad sustantiva.

 

Una década de acción hacia la igualdad sustantiva

El horizonte temporal del Compromiso de Tlatelolco es claro. Entre 2025 y 2035, los Estados de América Latina y el Caribe deben transformar sus políticas y marcos normativos para garantizar la igualdad sustantiva. Se trata de avanzar hacia una sociedad justa, sostenible, con corresponsabilidad de género y social en los cuidados y con pleno reconocimiento de los derechos de las mujeres.

Este compromiso se suma a otros hitos de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, reafirmando la urgencia de situar a las mujeres y niñas en el centro de las decisiones políticas y económicas.