La comisión de Principios nuevamente sesionó para recibir exposiciones de expertos/as y académicos/as. Esta vez, el invitado propuesto por la consejera Ivonne Mangelsdorff (RN), no dejó indiferente a nadie con sus sugerencias y observaciones respecto a tratados internacionales.
*Por Equipo La Neta
Esta mañana, la Comisión de Principios recibió una nueva ronda de exposiciones para conocer diversas perspectivas respecto al capítulo uno del anteproyecto sobre Fundamentos del orden constitucional.
Dentro de estas exposiciones, estuvo la realizada por el invitado de la consejera Ivonne Mangelsdorff (RN): Julio Alvear, Doctor en Derecho constitucional, académico de la Universidad del Desarrollo y columnista de la Fundación Nueva Mente, cuya directora ejecutiva es la exconvencional Teresa Marinovic.
“Mostrar los peligros del artículo 5.2 del anteproyecto”
Con esta introducción el académico mostró su discrepancia con el inciso segundo del artículo cinco, el cual establece que «las normas de derecho interno deberán interpretarse de forma compatible con aquellos tratados internacionales ratificados por el Estado».
Artículo 5 del anteproyecto de la Comisión Experta
Para Alvear este inciso podría tener como consecuencia que «el internacionalismo de derechos humanos» invada e inunde, según sus palabras, «todo el esquema de un derecho constitucional nacional».
Y agregó que «no existe una primacía absoluta y automática» del derecho internacional o tratados de derechos humanos sobre el derecho nacional de estos.
Además, afirmó que ese «deseo salvífico» de ir en la búsqueda de los tratados internacionales de derechos humanos para protegerlos está mal planteado.
Esto lo ejemplificó con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que caracterizó como «un órgano que no es impoluto ni inmaculado».
«Es un organismo con muchos problemas y con una interpretación de la Convención Americana de Derechos Humanos que muchas veces se sale de la raya«, aseveró.
“Los tratados son complementos”
A partir de lo expuesto, el académico de la UDD propuso a la comisión aproximar la redacción del inciso segundo al de la Constitución Argentina, la cual dictamina que los tratados tienen jerarquía internacional y los enumera. Aspecto que destacó, ya que con esto no se derogan los artículos de la Constitución.
“Los tratados son complementos y aún reserva la facultad al presidente de denunciar este tratado con la aprobación de dos tercios del congreso”, precisó el doctor en filosofía y derecho sobre el caso argentino.
Finalmente, el académico concluyó su presentación en los siguientes términos: “Yo no sé si hay una norma más que establezca un sometimiento o un peligro de sometimiento más intenso a nivel latinoamericano que lo que está en este proyecto”.
Críticas al “supremacismo nacional”
Una vez abierta la ronda de preguntas, las observaciones de los comisionados oficialistas no tardaron en aparecer. El consejero Yerko Ljubietic (CS) se mostró crítico con lo expuesto por Alvear.
Consejero Yerko Ljubetic durante su intervención. Foto de Proceso Constitucional
“No escuchaba las tesis relativas al supremacismo nacional respecto al derecho internacional a los derechos humanos, por lo menos con la fuerza y la intensidad con que lo ha hecho nuestro invitado, desde la época en que gracias al derecho internacional de los derechos humanos se hacían reproches a la dictadura”, declaró Ljubetic.
A su vez, el consejero de CS indicó que durante la dictadura “estaba precisamente la idea de reivindicar la supremacía de la norma nacional”. Esto según explicó Ljubetic, se traduce en la incompetencia de los organismos internacionales y normas internacionales en virtud de la soberanía nacional, complementó.
Después de realizar estas observaciones, Ljubetic consultó a Alvear si sería partidario de que el Estado de Chile denunciara y se saliera por ejemplo de la Convención Americana de Derechos Humanos, o de otros organismos internacionales.
En sintonía con Ljubetic, la comisionada Catalina Lagos (PS) comentó que a su parecer los riesgos enunciados por el académico “más bien se vinculan con la competencia contenciosa de la Corte Interamericana y no con la propia norma”.
“La verdad es que no logré identificar como la norma podía producir los peligros que usted plantea sin que nosotros renunciemos a la competencia contenciosa de la corte interamericana, o como planteaba el consejero Ljubetic, denunciáramos el tratado”, planteó Lagos.
“Yo no sé por qué tanto drama”
De esa forma se defendió el académico Julio Alvear ante los cuestionamientos hechos por los comisionados oficialistas, pues comentó que: “Lo único que yo he dicho, que es un peligro, porque la Convención Americana de Derechos Humanos no le otorgó a la Corte Interamericana los poderes que esta se ha atribuido”, señaló.
Respondiendo a su propio planteamiento, indicó que esta problemática se puede saldar en la Constitución nacional, donde cada Estado nacional los incorpora con la libertad de formalizar esa incorporación como les parezca.
También indicó que su sugerencia “es para mejorar, no para suprimir”, haciendo hincapié en que cada Estado es soberano respecto a la integración de los tratados internacionales de derechos humanos.
Concluyendo su respuesta, Alvear fue enfático en señalar que “jamás aconsejaría salirse del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”. Y aconsejó a la comisión redactar el artículo 5.2, en base a la experiencia comparada del continente, para que “vean la diversidad de maneras en que un Estado ejerciendo su soberanía incorpora un tratado internacional o un tratado internacional de Derechos Humanos”.