Chile fue sede para la conmemoración de los 30 años de la Convención Interamericana que establece por primera vez el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia
Este lunes, en la sede chilena de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), se conmemoraron los 30 años de la Convención Belém do Pará. También, desde el martes, se realizó la IX Conferencia de Estados Parte (CEP) del mecanismo de seguimiento de la misma, el Mesecvi.
La Convención Belém do Pará es el primer instrumento que establece como violación de derechos humanos la violencia de género contra las mujeres y niñas, tanto en el ámbito público como privado.
Ambas instancias han contado con la participación de autoridades de Estado nacionales y de Latinoamérica y el Caribe, además de integrantes de organizaciones nacionales e internacionales de la sociedad civil.
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Aportes y desafíos en torno a Belém do Pará
Si bien Belém do Pará es un tratado de América Latina y el Caribe, ha servido de inspiración para otros instrumentos internacionales como el Protocolo de Maputo o el de Estambul, además de ser la base para las leyes integrales contra la violencia de cada país. Esto fue uno de los puntos que destacó la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, Alejandra Mora Mora.
“Es tan impresionante Belém do Pará, que 30 años después su definición sigue alcanzando el continuo de violencias que tenemos. Todas las violencias que están entrando en nuestros escenarios siguen encontrando en Belém do Pará el instrumento poderoso para hacerles frente”, señaló.
La directora regional de ONU Mujeres, María Noel, destacó que “tener un mecanismo como el Mesecvi no existe en otros tratados” y que eso permite exigir el cumplimiento del mismo. Uno de los desafíos que indicó Noel es que es necesario que en cada país la violencia de género sea un tema de Estado y que atraviese a las diferentes políticas.
Por su parte, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, quien además en esta ocasión es la presidenta de la Conferencia de Estados Parte, enfatizó el mensaje que guió a esta conmemoración: acelerar la implementación de la Convención. “Para que las niñas que vemos hoy creciendo sean las últimas que vean en nuestro continente la violencia contra las mujeres como un problema estructural frente al cual todavía no hay un camino de solución”, concluyó.
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Trabajo en conjunto para cambiar la realidad de las mujeres
Un mensaje que se destacó en variadas ocasiones por las asistentes fue la necesidad de articularse y trabajar en conjunto para la erradicación de todos los tipos de violencia contra la mujer.
El día lunes, en el encuentro previo a la CEP, se dio un espacio de reflexión entre organizaciones nacionales e internacionales. Natalia Gherardi, directora de la organización argentina ELA y representante de la Articulación Regional Feminista, explicó que uno de los desafíos a futuro es lograr que más allá de los avances normativos, se logre cambiar la vida de las mujeres.
“Hay que construir políticas integrales para enfrentar las condiciones estructurales de discriminación que viven las mujeres”, señaló en su intervención. Agregó que es necesario abordar la violencia económica, la digital, el cómo la crisis climática afecta a las mujeres, entre otros temas. “Hay que trabajar para no retroceder, los avances de estos 30 años son los cimientos para ello”, concluyó.
Uno de los puntos que más se repitió por las organizaciones chilenas fue el de la educación no sexista y también la educación sexual integral, algo que fue levantado por las representantes de Corporación Miles, Fundación Antonia y la organización Intransigentes.
También se enfatizó en la necesidad de eliminar las barreras que obstruyen el acceso a atenciones en salud sexual y reproductiva, como lo que ocurre con la objeción de conciencia personal e institucional en torno al aborto en tres causales.
Finalmente, la subsecretaria del ministerio de la Mujer y Equidad de Género, Luz Vidal, concluyó el encuentro señalando que “hay que aunar fuerzas como organizaciones latinoamericanas para defender los derechos y seguir avanzando, por las que no están y por las que vienen”.
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Declaración de la sociedad civil
Durante la primera jornada de la IX Conferencia de Estados Parte, el día martes, la representante de Latinoamérica y el Caribe de Equality Now, Bárbara Jímenez, leyó parte de una declaración realizada por las organizaciones de la sociedad civil.
En esta las organizaciones señalan que aún hay retos importantes en la implementación de la Convención. Primero indican que es importante que el derecho a una vida libre de violencia para mujeres no se deje de lado por concentrarse en la crisis social, económica, política y ambiental que atraviesa el mundo. “En muchos países enfrentamos retrocesos impulsdos desde agentes del Estado que niegan la desigualdad estructural y discriminación por razones de género”.
En cuanto a la violencia sexual, todavía es un desafío enfrentar la impunidad para las víctimas, quienes tienen que pasar por procesos revictimizantes para demostrar la agresión. “La violencia reproductiva y la criminalización del aborto sigue siendo criminalizada en la región”, señaló la abogada. También agregó que “la educación sexual integral y la no sexista es una ruta poderosa e indispensable” para asegurar los derechos de las mujeres y niñas. Otra deuda pendiente es la interseccionalidad en la implementación de la Convención y garantizar el acceso a la justicia para la diversidad de mujeres.