*Por Tammy Pustilnick, constituyente distrito 20
El proceso constituyente que estamos viviendo es uno de los hechos más exóticos en la historia democrática de nuestro país, sin duda. Relacionarse con este hito se siente como tener que familiarizarse con un ser extravagante y ajeno a nuestras costumbres, pero es exactamente esa característica tan “nueva” que lo hace tan emocionante y único.
Y es que, a pesar de que la Convención no es el inicio de la historia, sí es la primera vez en que, como país, podemos decidir las reglas que regirán la base de nuestra sociedad. Por primera vez, nuestro destino no será decidido por un grupo hermético y homogéneo de personas que representaban sólo a una minoría, sino que por un grupo diverso y plural que representan la riqueza de la diversidad de nuestra sociedad.
Siendo un proceso tan único, no había nadie que pudiera decirnos con absoluta certeza cómo debíamos actuar ni, incluso, qué pasos debían iniciar nuestro trabajo.
De pronto, nos encontramos 155 personas muy distintas en un proceso único sabiendo sólo dos cosas: que habíamos sido elegidos para ofrecerle a Chile un proyecto de nueva Constitución y que no debíamos caer en los vicios que se han repudiado de otras instituciones.
A pesar de la dificultad de iniciar esta misión sin precedentes y de las críticas, hemos estado a la altura. Primero, porque los avances han sido decididos de forma democrática y éstos no son menores: a un mes de la instalación, tenemos normas de funcionamiento y una rotunda orgánica provisoria funcionando.
Nos instalamos y al día siguiente la pregunta era, ¿y ahora qué?; hoy ya estamos con metas y plazos. Hemos procurado además dar las garantías para que sea un proceso abierto, transparente y participativo.
También, hemos apuntado a evitar la jerarquización de la Convención. Por esta razón, una de nuestras primeras misiones fue ampliar la mesa, permitiendo vicepresidencias que le dieran espacio a todos los sectores políticos y sociales, haciéndole honor a la tan importante palabra democracia.
Contra los pronósticos de muchos, ya tenemos constituidas ocho comisiones. Todas estas siguiendo las reglas de paridad, plurinacionalidad y fomentando siempre la descentralización y la participación ciudadana. Incluso la comisión encargada del reglamento, de la cual soy parte, ya tiene un plazo de treinta días corridos que se cumple el 20 de agosto para presentar una propuesta de reglamento al pleno.
En este mes, el avance ha sido ejemplificador. En la mayoría de los casos, la tónica de la deliberación ha sido con respeto y escucha activa. Se están generando las confianzas necesarias para que el diálogo se dé de manera más fluida y así, seguir avanzando para poder darle al país el texto constitucional que merece y exige.
*La convencional Tammy Pustilnick estudió Derecho en la Universidad de Chile. Es cofundadora de la Corporación Descentralizadas y es abogada en la Fundación Iguales. Es constituyente por el distrito 20 en la región del Biobío y fue electa siendo integrante de la agrupación Independientes No Neutrales.