En entrevista con La Neta, la diputada por el distrito 6 y presidenta de la comisión de Mujeres y Equidad de Género, se refirió a la tramitación y desafíos del proyecto de menstruación dolorosa.
*Por Equipo La Neta junto a las pasantes Javiera Castro e Ignacia Gutiérrez
En línea directa estuvimos conversando con la diputada María Francisca Bello (CS), representante del distrito 6, Región de Valparaíso, para conocer más sobre el proyecto de ley que busca modificar el Código del Trabajo para otorgar un permiso laboral por menstruación dolorosa o dismenorrea.
La moción, ingresada en mayo de este año, sostiene que “entre un 45 y 95% de las mujeres en edad fértil” sufren de un dolor uterino intenso, que dura de uno a tres días durante la menstruación, y que se conoce como dismenorrea. Ante esta situación, se propone que mujeres y personas menstruantes puedan optar a una licencia o permiso, de uno a tres días, por una dismenorrea diagnosticada mediante certificado médico.
Para Bello este es “un granito más para tener una legislación bastante engrandecida respecto a la higiene menstrual”, tema que se mantiene en la esfera privada, “pero que puede afectar, por ejemplo, al ámbito educativo o laboral”.
Propuesta de artículo único del proyecto de ley (Boletín 15.993-34)
Sin embargo, el proyecto presenta una contradicción en torno a dos figuras jurídicas diferentes: licencia y permiso. Mientras en el preámbulo del proyecto se menciona que esto será una licencia, en la propuesta de artículo se señala que esto será un permiso.
Ante esto la diputada reconoce que están “dilucidando este aspecto” de la moción, que se encuentra en su primer trámite legislativo en la Comisión de las Mujeres, a través del debate democrático y escuchando los comentarios del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, ad emás de representantes del Colegio de Matronas y Matrones de Chile y a la Asociación de Ginecólogas Chile.
“Ahí hubo, y no tengo problema en decirlo, una discordancia entre permiso y licencia. Eso es lo que nos han pedido, por ejemplo, desde el Ministerio del Trabajo y otras personas que trabajan en el ámbito de la economía, es que dilucidemos eso: Si es un permiso o una licencia (…) Todavía no lo zanjamos. Yo, al menos personalmente, me he inclinado a que sea un permiso, porque lo otro podría irrogar gasto fiscal. Y, ahí también, tenemos un problema, los diputados y diputadas, porque nosotros no podemos destinar recursos, eso es solo una atribución del Presidente de la República que esté de turno”, comentó.
Y agregó: “La perfección puede surgir en este debate democrático en donde todas y todos, en este caso, mujeres de derecha, izquierda y de centro, estamos haciendo el proyecto. Entonces, se ha ido encaminando un poco más en un permiso, que en una licencia, por ejemplo, que podría ser de uno a tres días mensualmente”.
¿Qué pasa con las mujeres trabajadoras que no se rigen por el Código del Trabajo, por ejemplo, las funcionarias públicas?
Nos quedan dos situaciones que dilucidar, por ejemplo, lo que nos han dicho los médicos, las médicas, las matronas, es que también hay un momento en nuestro proceso biológico que podría ser una menstruación dolorosa que es la primera menarquía (…) Entonces nos falta. Ya empezamos la discusión y creemos que vamos a indicar respecto a lo estudiantil.
Sobre lo que no está en el Código del Trabajo. También creemos que es una discusión que nos queda pendiente. Nos queda pendiente porque efectivamente también tenemos problemas en que hay un montón de mujeres que no están formalizadas en los trabajos. Todavía hay un sector de la población que quedaría carente. Sin embargo, queremos avanzar hasta poder dilucidar cómo incluimos a más mujeres.
Teniendo en cuenta que hay empresas que deciden no contratar cierta cantidad de mujeres para evitar el pago de jardines o sala cuna. ¿Cómo se resguardará el acceso al trabajo de mujeres y personas menstruantes?
Los que están en contra, por así decirlo entre comillas de este proyecto, porque no creo que haya en contra rotundos, sino que pequeños nudos críticos, es que son los mismos argumentos que se usaron, de alguna forma, para no contratar mujeres que se puedan embarazar, en edad fértil. Finalmente, lo que la sociedad quiere es que trabajemos como si no fuéramos mujeres. Y decir que el proceso de la menstruación es un proceso normal, regular, pero que hay condiciones, sobre todo cuando hay endometriosis o dismenorrea, es que no pueden funcionar normalmente.
Entonces, lo que nosotros le decimos a la sociedad es: “Aquí hay un hecho biológico que sucede y que podría tener perjuicios en la productividad”. Porque, finalmente, hablamos de la contratación, pero no hablamos de la productividad. Por lo que nos están diciendo es “cómanse el dolor, no hablen de estos temas y produzcan como si nada de esto hubiera”. Y nosotros creemos que eso no es una realidad.
Y ahí tengo diferencias porque es como “esto va desincentivar la contratación de mujeres”. Ojo. La desincentivación de las mujeres en el área laboral tiene que ver con otros ámbitos, como cuidados, que son mucho más complejos. Entonces creemos que son los mismos argumentos de los de siempre que, históricamente, han querido que las mujeres estemos en el lugar de lo privado y no de lo público. Es una discusión histórica, de alguna forma.
Desafíos del proyecto
En la conversación, la diputada nos comentó que la tramitación del proyecto ha sido “bastante exhaustiva” dentro de la Comisión, “dándole la perspectiva de las mujeres que lo padecemos: esta es nuestra realidad y queremos cambiarla”, pero este deberá ser remitido a la Comisión del trabajo.
“Lo defenderemos también (en la Comisión de Trabajo), como lo hemos hecho en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género. Pero sin las ganas de atrincherarnos, sino de mejorar el proyecto. Creemos que es un proyecto que avanza, que puede avanzar, de alguna forma, en mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres; mejorar las condiciones en donde se desarrollen las niñas en las escuelas, en las universidades. Estamos con toda la disposición de poder engrandecer el proyecto. Nosotras esperamos que vea luz, creemos que están las fuerzas para hacerlo, sobre todo para ir rompiendo con algunas cuestiones tabúes o mitos respecto a una cuestión completamente natural que es menstruar”, sostuvo Bello.
¿Qué desafíos esperan encontrar en esta tramitación?
Yo creo que el desafío mayor es cómo hacemos que el mundo laboral comprenda las particularidades. Y por eso es importante no patologizar la menstruación, no es que todas las mujeres vayan a pedir un permiso, no. Estamos hablando de un porcentaje de mujeres que, hoy día, trabajan en condiciones de una menstruación dolorosa y eso es lo que queremos de alguna forma legislar. En ese sentido estamos abriendo todos los puentes para conversar con las distintas bancadas y que este proyecto vea la luz, sin que implique que las mujeres mermemos en la inserción laboral, por supuesto, eso no lo queremos para nada. Y ahí dejamos tajantemente claro que lo que queremos es beneficiar a las mujeres, no perjudicarlas.
Avances y trabajo venidero
Al final de nuestra línea directa, la diputada nos comentó sobre proyecciones del trabajo dentro de la Comisión, que preside desde principios de este año, las cuáles estarán enfocadas en tres ámbitos: Violencia, cuidados y “todo lo que tiene que ver con impulsar la economía y el trabajo de las mujeres”.
Además, señaló que la Comisión ha sido un espacio de recepción de “las inquietudes y malestares de las mujeres”, como a las trabajadores de honorarios de la salud que iban a ser desvinculadas, así también de las trabajadoras del retail respecto al proyecto “que lamentablemente, no vio la luz en el Senado” para adelantar el cierre del retail a las siete de la tarde.
Como logros de la comisión, la diputada destacó la ley de femicidio, pues “otorga reparación a los hijos de las víctimas”. Sobre materia de cuidados, adelantó que se está trabajando ??por un Sistema Nacional de Cuidados. “Cuando nos dicen que las mujeres retrocedimos diez años en inserción laboral, eso tiene que ver con una crisis de cuidado”, declaró.
Junto con esto, celebró la aprobación en Sala del proyecto que remitió el Senado para que empresas con más de 200 trabajadores informen sobre los avances en equidad de género. “Son los mínimos para poder seguir legislando a favor de las mujeres”, concluyó.