La académica Pamela Eguiguren es doctora en Salud Pública de la Universidad de Chile y subdirectora de la Escuela de Salud Pública Salvador Allende de esa misma casa de estudios. Coordinó a decenas de otros académicos, repartidos en 11 universidades a lo largo del país, de distintas disciplinas, quienes este año dedicaron buena parte de sus vacaciones y horas libres a la sistematización de los planteamientos surgidos en más de 1.200 cabildos autoconvocados a partir de la revuelta de 2019.
Los profesores e investigadores de la Universidad de Tarapacá, Universidad Arturo Prat, Universidad Católica del Norte, Universidad de Valparaíso, Universidad Tecnológica Metropolitana, Universidad de Santiago, Universidad Católica del Maule, Universidad de Concepción, Universidad de la Frontera, Universidad de Los Lagos y Universidad Austral tomaron el trabajo iniciado por Archiveras Sin Fronteras y, a petición de Unidad Social, transformaron los anhelos en datos consolidados.
Así nació el documento: “Demandas prioritarias y propuestas para un Chile diferente. Sistematización de 1.233 cabildos ciudadanos”, que fue lanzado públicamente en una conferencia vía zoom, a comienzos de abril, con presencia de los rectores de las universidades que se comprometieron en esta tarea, de los académicos que aportaron en este trabajo y de los representantes de las organizaciones sociales agrupadas en Unidad Social.
El resultado es una sorprendente coincidencia de planteamientos entre quienes participaron en estos cabildos con presencia en todos los distritos que en pocos días tendrán que elegir a sus representantes constituyentes. “Las principales exigencias tienen cerca de un 70% de coincidencia entre cabildos: Educación (73%), Nueva Constitución (70%), Pensiones (69%) y Salud (68%), y le siguen las exigencias en Empleo y trabajo (47%), Medio ambiente (45%), con casi la mitad de los cabildos, y con casi un 40% los cambios al modelo (38%)”, cita el documento que puedes descargar completo AQUÍ
“En este proceso de construcción colectiva, mi papel fue facilitar que todo fluyera. Fue muy bonito”, resalta. “Fuimos esculpiendo colectivamente el resultado final. Eso es muy poderoso y también súper eficiente”.
El informe entregado a las organizaciones sociales antes de hacerlo público. “Nuestro sueño es que ahora nosotros podamos seguir, como universidades, haciendo convocatorias territoriales para poner esta información de una manera amable en la conversación y ayudar a seguir construyendo”.
En esta entrevista, Pamela revela cómo se produjo el mágico reencuentro entre universidades y pueblo. Revísala a continuación: